martes, 7 de noviembre de 2017

Hombres con corazón

Un tema especialmente difícil para los hombres son las emociones. Hay emociones que han sido etiquetadas como "masculinas", de las que los hombres presumen: la ira, la alegría, la temeridad, la osadía, el cachondeo. Ningún problema. ¿ Quién no ha presumido ante los amigos de haberse enfrentado a un peligro o a una provocación con valentía o de haberse corrido una juerga hasta casi el coma etílico? El problema surge cuando se trata de hablar de la tristeza, la pena, el miedo, el pánico, el sufrimiento, el fracaso, la frustración. ¡Un hombre nunca reconoce tener esas emociones!¡son cosas de mujeres! 

En mis sesiones se habla o se sienten estas emociones, salen a flote, los hombres reconocen que lloran a menudo, que se sienten muy decepcionados con la política, reconocen los complejos que interfieren en sus relaciones de pareja. Sienten que tienen las emociones a flor de piel y que les hace bien exteriorizarlas. Cuando se descubre esta capacidad de emocionarse sin corsés, la vida te cambia. Llorar por que se te rompe el alma de como estás siendo tocado, enternecerse con una mirada dulce, abrazar lentamente, temblar, expresar sus temores, ¡lo que nos estábamos perdiendo!

Con el paso de los años los cambios sexuales son evidentes: hay una reducción considerable de la promiscuidad, del sexo por el sexo, y una mayor inclinación afectiva y sexualmente diversa. Todos reconocen que se masturban, pero también expresan que "follar por follar, aburre". Quieren algo más, que les cuesta precisar por la separación inducida que hacen entre el sexo y el afecto. 

Y disfrutar de la pasividad es un placer que muchos hombres aún no conocen ni les entra en la cabeza por que nadie les ha enseñado a escucharse así mismos y que la persona que les da una sesión tantrica solo es un medio o una herramienta para autodescubrirse así mismo nada más.

El mayor placer está dentro de uno mismo, nadie te lo puede dar. Es una verdad como un templo.

Tantra te lleva a un estado en el que tus dolores emocionales los transforma en placer para eliminarlos y así es como se produce esa transformación tantrica.

¿Que pasa cuando un hombre es capaz de expandir su energía sexual? Pues que esa energía no se puede perder por que al estar expandida en todo su cuerpo, lo que está haciendo es que a través de muchísimo placer, un placer que es bastante superior, muy superior a lo que convencionalmente conocemos justo antes de un orgasmo, se pueda multiplicar y prolongar en el tiempo incluso días que es lo que me llegan a comentar las personas que han experimentado conmigo. ¿Como se llega ha eso? con mucha práctica, y sobre todo anulando el lado eros. (El hecho de que una persona esté estimulandote y seas capaz de pensar que no es sexual)

Los hombres curiosos, perdidos entre tanta oferta de deseo, buscan, no saben el qué exactamente. Pero algo pasa aquí.

Ayer me comentaba una mujer dedicada al mundo erótico que la espiritualidad aburre a los hombres que lo único que buscan es placer y nada más. La espiritualidad no es una religión eso lo primero. Tantra no es ninguna religión. Aprendamos a sentir y tomar conciencia de lo que tantra nos brinda más allá de lo puramente primitivo, un verdadero camino de autoconocimiento.

Creo que se confunde la espiritualidad con la sensibilidad.

Yo creo en la capacidad sensible del ser humano, en su proyección empática hacia el universo, en las posibilidades que genera de convertir la realidad en el arte de vivir. A eso lo llamo espiritualidad.

Si dejamos de pensar tanto empezaremos a sentir...

Al final, a modo de conclusión, los hombres reconocen que viven los procesos de manera diferente a las mujeres, porque los mandatos de género son distintos, pero saben de sus dificultades para expresar las emociones y la necesidad de trabajarlas a fondo. Hablan de la necesidad de educar en valores que no sean de género, sino humanos. Me preocupo, por que realmente lo necesitáis. 

Apuesto por el hombre con corazón.

jueves, 2 de noviembre de 2017

Pensamientos

La luna me acompaña, una copa de vino, las 02:00 de la madrugada, pensativa.

Hoy para mí un día intenso y marcado lo que para muchos un día festivo y de descanso, para otros una prueba más y un pasito más en el camino que no sé lo que nos deparará. Me paro a pensar y soy consciente mirando años atrás, no me reconozco, ya no soy la niña que era antes. Ahora sabia, que sabe lo que quiere, madura... Miro a mi perro a los ojos y siento una mezcla de lloro y risa a la vez. Le doy un abrazo, le siento y pienso en los días que me ha visto reir, llorar, enfadarme, estresarme, abandonarle, pero yo sé que me comprende, daría cualquier cosa por el. Estamos en las buenas y en las malas, soy feliz.

Gente que viene y va en mi vida, de todos aprendí, no hay rencor, no hay nada, simplemente experiencia y aprendizaje. Unas que se van otras que volverán. Quien sabe si nuestros caminos se vuelvan a encontrar. Hace mucho me dijeron que la vida es un pañuelo. Yo lo creo. Lo que tenga que ser será. Pues intentaré disfrutar del camino. Y algún día escribiré un libro seguro y empezaré por el final para poder entender el comienzo. "je je je"

Nunca imaginé esa seguridad que he ido adquiriendo. Ahora y más que nunca soy consciente del trabajo que desempeño, del modelo a seguir. La coherencia, fluidez, empatía, compasión, cariño, libertad, amor, ternura, paz.

Me queda mucho camino todavía, siento que lo sé todo y aún no sé nada, creo que se llama humildad...

Nacimos solos y moriremos solos, es ley de vida. Creo que le perdí miedo a la muerte.

Perdí el miedo a la soledad, creo que tengo la capacidad de curarme a mí misma, ¡que mejor doctor que uno mismo! Me siento fuerte, amada.

Siempre pensé; quien te quiera mal, tiene un problema consigo mismo. También muchas veces las personas buenas nos distanciamos de las personas negativas, las que nos hunden sin darse cuenta y nos borran la sonrisa de la cara. Simplemente eso, no hay más, el respeto empieza por uno mismo, si tu mismo no te amas, como piensas amar a los demás ¡imposible!.

Desearía perderme en mitad de una isla de Asia, para volver a encontrarme o despertar si es que estoy en un sueño. Y no hace falta que se me presente el mismísimo Siddharta. Tal vez solo quiero perderme un poco y enfrentarme a los miedos que me queden si es que me quedan, desafiar a la madre naturaleza, para sentirme pequeña otra vez y ver que solo somos una pieza muy pequeña de todo un puzzle. Que digo y no digo nada. Mañana será un día nuevo y con energía.

En fin, solo tenía ganas de escribir un poco, bienvenido noviembre...